miércoles, 29 de junio de 2016

Cómo somos los padres del Siglo XXI?


Cómo somos los padres del Siglo XXI? La psicólogo chilena Pilar Sordo se dedica a hacer investigaciones sobre el comportamiento y conducta de las personas y da charlas y conferencias en colegios para ayudar a los padres a reflexionar acerca de cómo están criando a sus hijos.
En esta oportunidad que quiero resaltar el dia de hoy, Sordo nos habla de cómo eran los padres del Siglo XX a cómo somos los padres de hoy en día. Cuenta que antes los niños le tenían miedo a los padres y ahora son los padres los que le tienen miedo a sus hijos, lo cual puede parecer exagerado y duro de escuchar, pero da ejemplos de situaciones que a muchos nos suenan familiares que irremediablemente invitan a la reflexión.
Pilar Sordo hizo una investigación con niños y adolescentes sobre las inconsistencias de los padres, la cual arrojó resultados interesantes acerca de lo que tenemos interiorizado sobre lo que es ser "buenos o malos padres". Señala la importancia de expresar las emociones desde pequeños, la importancia de la risa y el llanto, la interpretación de las emociones por culpa de la tecnología y la dificultad de la comunicación directa. Invita a reflexionar sobre cómo combinar la educación y los valores que recibimos con el agregado de las cosas positivas que nos da la tecnología.
Expresa que para educar se necesitan tres cosas fundamentales: ternura, firmeza y fuerza de voluntad; estas cosas se activan 1. enseñando a nuestros hijos a agradecer todo lo que tienen por muy simple que sea, 2. utilizando siempre un lenguaje positivo y 3. conversando mucho con los hijos, haciéndoles preguntas acerca de todo lo que hacen. La comunicación con nuestros hijos es vital para conocerlos y así poder ayudarlos y entenderlos.
Indica también que los padres conocemos nuestros propios errores y que por esta razón debemos estar preparados para escuchar reclamos de parte de nuestros hijos y consejos de parte de sus profesores y/o terapeutas.
Destaca la importancia de enseñarle a nuestros hijos el valor de las cosas y que todas las experiencias tienen consecuencias. 

El video es largo, pero no tiene desperdicio de principio a fin. Espero que al verlo se cumpla con el objetivo principal que es reflexionar acerca de la manera en la que estamos educando a los niños y cómo corregir nuestros errores como padres. Se puede ver en el siguiente enlace.



Ver también: 




martes, 28 de junio de 2016

Qué hacer cuando los niños no quieren comer?



Para muchos padres los momentos de alimentación se vuelven estresantes y hasta se pueden convertir en una guerra continua si sus hijos no quieren comer.
Son varios los motivos por los cuales los niños no comen, y, dependiendo de la edad, lo expresan con rabietas, llantos y gritos, generando un clima poco agradable en el hogar.


Causas por las que los niños no quieren comer:
  • Si están enfermos. 
  • Miedo a la alimentación. Ocurre por alguna situación traumática asociada a la alimentación.
  • Tamaño de las raciones. Como padres creemos que comen poco, cuando en realidad comen la cantidad adecuada para su edad.
  • No les gusta lo que están comiendo. Ocurre por sensibilidad a olores, sabores, colores y texturas de los alimentos.
  • Quieren hacer otra cosa. Ocurre si están jugando, viendo la tele o si están alterados.

Qué hacer cuando los niños no quieren comer?
  • Crear el habito respetando los horarios de las comidas.
  • Los niños deben comer siempre en el mismo sitio, deben tener una silla adecuada a su edad.
  • Proporcionarles una alimentación variada desde temprana edad, introduciendo poco a poco alimentos diferentes para que el paladar se acostumbre a sabores y texturas.
  • Tener paciencia y no alterarse si no quieren comer. No obligarlos. Si dejan muchos alimentos en el plato y se rehúsan a seguir comiendo, retirarles el plato y ofrecerselo de nuevo en la cena tal como lo dejó.
  • Evitar elementos distractores como la tele o juguetes a la hora de comer.
  • Hacer atractivos los platos variando las formas de los alimentos.
  • No utilizar los alimentos como premios o castigos; no son una herramienta para disuadir.


La hora de la comida es un momento apropiado para la socialización, el diálogo y la relación afectiva con nuestros hijos. Un ambiente adecuado a la hora de comer evita que el niño se altere y que los padres se estresen, creando así un clima armónico para poder estimular al niño a valerse por sí mismo durante la comida, a que se interese y tenga apetencia por la misma.

lunes, 27 de junio de 2016

La importancia del deporte en los niños



El deporte y la actividad física son un medio formativo inmerso en el contexto educativo y del desarrollo del niño.
Las ventajas y beneficios del deporte no solo involucran al aspecto físico sino también a lo psíquico y lo social.


El deporte en los niños permite:
  • Generar hábitos saludables.
  • Aprender a manejar logros y fracasos.
  • Entender el valor de la práctica para mejorar el rendimiento.
  • Entender el concepto de justicia e injusticia.
  • Favorecer la autodisciplina y el cumplimiento de normas.
  • Evitar el sedentarismo.
  • Mejorar las habilidades sociales.
  • Perfeccionar las habilidades físicas.
  • Favorecer la atención y concentración.
  • Internalizar valores.
  • Competir sanamente.

Consejos para los padres:
  • Motivar a los hijos a practicar algún deporte, según su edad.
  • No obligar a los niños a hacer un deporte que no les guste.
  • No obligar a los niños a ejercitarse más allá de su capacidad.
  • Inculcar en los hijos la competencia sana.
  • Mantener buenas relaciones con los entrenadores.
  • Acompañar a los hijos a sus actividades deportivas, entrenamientos y competencias.
  • Ayudar a los niños a manejar los triunfos y los fracasos.
  • Ser consecuentes con la actividad deportiva a la que apuntan al niño.
  • Proporcionarles juguetes deportivos: pelotas, bates, raquetas, patines, etc.

El deporte es uno de los caminos que tenemos los padres para poder formar y educar, favoreciendo y permitiendo así el crecimiento del niño en todas sus formas.


viernes, 24 de junio de 2016

La importancia de la música en los niños



La música se encuentra a nuestro alrededor, desde el sonido del viento, el canto de los pájaros, el sonido del mar, hasta las canciones que suenan en la radio. Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su habilidad de escuchar y su creatividad a través de los sonidos y la música. Al incluir la música como parte de su educación, los niños disfrutarán momentos de alegría y estaremos fortaleciendo sus aptitudes para aprender y socializar.


La música en los niños permite:
  • Aprender sobre el mundo que los rodea.
  • Generar coordinación.
  • Construir el lenguaje.
  • Reforzar aprendizajes.
  • Socializar.
  • Despertar la creatividad.
  • Comunicar sentimientos y emociones.
  • Desarrollar la motricidad.

Consejos para los padres:
  • Proporcionar a los niños mucha música desde bebés. Cantarles y colocar música en casa y en el coche.
  • Llevarlos a musicales en cines o teatros, conciertos infantiles, etc.
  • Proporcionarles juguetes de instrumentos musicales y micrófonos.
  • Dejar que participen en clases de música, canto, baile, etc.

La música favorece la capacidad de atención y concentración de los niños, estimulando la memoria y el análisis. Entonar canciones a los bebés y escuchar música con ellos estimula su inteligencia emocional. 
Escuchar distintos tipos de música ayuda a aprender, reconocer y disfrutar.


jueves, 23 de junio de 2016

Qué hacer cuando un hijo tiene que repetir el curso?



Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos: que sean felices, que crezcan sanos, que no les falte nada, y que saquen buenas calificaciones en el cole.
Cuando llega el final del año escolar siempre esperamos ese reporte de calificaciones con ansiedad y puede ocurrir que nuestros hijos no hayan rendido lo suficiente para poder pasar al siguiente curso. Esto suele llenar de frustración y remordimiento a los padres y en los niños hay sentimientos de tristeza y vergüenza.
Cuando un niño no pasa de curso hay que analizar las causas por las cuales debe repetirlo y buscar soluciones para que el siguiente año escolar sea mejor.


Causas o motivos por los cuales un niño repite el curso:
  • Edad cronológica. Debemos tomar en cuenta siempre que cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje y si se le agrega que entra con la edad justa al curso que se le asigna, es muy probable que tenga que repetirlo, ya que no alcanza la madures suficiente requerida para enfrentarse al siguiente curso.
  • Cambios. Desde cambios en el hogar como divorcio de los padres, pérdida de un ser querido, mudanzas, etc; hasta cambios físicos (pubertad, adolescencia).
  • Dificultades auditivas, visuales, alimenticias, entre otras.
  • Capacidad de atención, retención y concentración.
  • Hábitos de estudio.
  • Disciplina.
  • Problemas con compañeros del colegio.

Qué hacer cuando un hijo repite el curso?:
  • Evitar los regaños, castigos y descalificaciones.
  • Evaluar las dificultades que el niño tuvo durante el año escolar.
  • Evaluar lo que como padres dejamos de hacer para ayudarlo durante el año escolar.
  • Buscar ayuda profesional para evaluar al niño física y psicologicamente (pediatra, psicopedagogo, terapista conductual, etc).
  • Acoger con tranquilidad y comprensión los sentimientos de frustración, vergüenza o rebeldía del niño.

Consejos para evitar que los niños repitan el curso:
  • Descartar algún impedimento visual o auditivo en el niño antes de que comience el año escolar.
  • Establecer horarios, rutinas y límites.
  • Tener un lugar correctamente ambientado para hacer los deberes escolares. Este debe estar iluminado y sin elementos que puedan distraer al niño.
  • Ayudarlo con los deberes escolares, mas no realizarlos. 
  • Enseñarle técnicas de estudio.
  • Inculcarle el hábito de la lectura. Los niños deben leer entre 15 minutos y 1 hora por dia, dependiendo de la edad.
  • Ser puntual a la hora de llevarlo al colegio. Si llega tarde se pierde las primeras indicaciones de su profesor y se sentirá perdido y confundido durante toda la jornada.
  • Mantener una buena relación con sus profesores y seguir sus consejos.
  • Vigilar sus sentimientos y emociones con respecto al colegio y a sus compañeros de clase.

Reprobar un año escolar no debe ser visto como fracaso, solo es un signo de que nuestros hijos necesitan ayuda. Hay que aprovechar esta situacion para entenderlos más, acercarnos más a ellos y apoyarlos con sus fortalezas y debilidades.




miércoles, 22 de junio de 2016

Qué hacer con los niños en vacaciones?


Ya se acaba el cole y muchos padres se angustian preguntándose  qué hacer con los niños en vacaciones. A veces las vacaciones escolares no coinciden con las vacaciones laborales de los padres, así que hay que recurrir a una serie de planes para que los niños continúen con su proceso de aprendizaje y desarrollo.

Lo ideal es apuntarlos a planes vacacionales o campamentos acordes a la edad y gustos del niño, tomando siempre en cuenta la reputación del lugar. Para los más pequeños hay opciones en las guarderías. En estos lugares los niños aprovechan el tiempo realizando actividades deportivas y lúdicas, donde también conocen gente nueva de su misma edad, estimulando así todas sus áreas de desarrollo (ver Conoces las áreas de desarrollo infantil?).

Otra opción es apuntarlos a una actividad deportiva o artística que sea algunos días a la semana: natación, pintura, karate, futbol, danza, música, etc.

Si optamos por mantenerlos en casa, la persona que los cuide debe proporcionarles materiales y juegos para desarrollar la creatividad, y a la vez contribuir a que no permanezcan tanto tiempo enganchados a los videojuegos o a la tele. Los fines de semana hay que llevarlos a parques, playas, cines, teatros y museos. 

También es importante que si el niño requiere de algún refuerzo academico, emplear una hora al día para nivelarlo.



Los niños esperan con ansias sus vacaciones de verano, pero eso no quiere decir que sea una época de descontrol, así que debemos seguir respetando rutinas y hábitos esenciales que no se pueden perder.

Quedarse con los niños en casa durante las vacaciones no debe ser motivo de estrés, al contrario, hay que aprovechar el tiempo y darle calidad. El hecho de compartir nuestro tiempo y aficiones con nuestros hijos hará que se afiancen las relaciones familiares de una manera divertida. Cocinen juntos, vean películas, lean, bailen, hagan manualidades, jueguen, hay un sin fin de actividades para hacer de las vacaciones un periodo divertido donde aprendan jugando.

martes, 21 de junio de 2016

Cómo actuar ante los berrinches o rabietas de los niños?



Los berrinches o rabietas son una forma de expresión de los niños, que ocurre con mayor frecuencia entre los 2 y los 3 años de edad. Los niños se expresan de esta manera principalmente cuando no obtienen lo que desean o cuando no están de acuerdo con algo.
Cuando los niños hacen berrinches o rabietas tienden a gritar, llorar, patalear, y en casos extremos pueden llegar a tirarse al suelo, golpearse ellos mismos y golpear a los que estén a su alrededor.
Cuando los berrinches o rabietas ocurren en casa es más fácil para los padres poder controlarlos, pero cuando estas conductas ocurren en lugares públicos puede suponer un momento difícil para los padres.

Consejos para actuar ante los berrinches y rabietas de los niños:
  • Tratar de anticipar la conducta; es decir, procurar que el niño no llegue al extremo de hacer una rabieta o un berrinche. Por ejemplo, si pide un juguete y en ese momento no se lo puedes dar, distraerlo con otra cosa, llevarlo en brazos y decirle que en otro momento se le podrá dar. No hay que caer en el error de comprarle el juguete solo para que no haga el berrinche, de esta manera los niños van introyectando la tolerancia a la frustración y el valor de las cosas.
  • Si el niño comienza a hacer berrinches hay que tratar de hacer que se calme conversando en calma y pidiéndole que deje de llorar y de gritar. Si continúa gritando, hay que decirle con voz firme que así no se puede conversar, que no podemos entender lo que dice y que con esa actitud no conseguirá nada positivo. Si aun asi sigue con la conducta lo más recomendable es ignorarlo hasta que se le pase, controlando en todo momento que no se haga daño o que no le haga daño a alguien más.
  • Si uno de los padres pone un límite, debe ser respaldado por el otro en ese momento aunque esté en desacuerdo. 
  • Si hay otros adultos alrededor tratando de evitar el límite puesto por los padres, hay que ser firmes y ponerle límites también a esas personas, dejando claro que los que educan son los padres.
  • No preocuparse por "el que dirán" si el niño hace un berrinche en un sitio público. Recuerda que lo estás educando y esa es la prioridad.
  • Es importante que el niño sepa que esa conducta no está permitida y que traerá consecuencias negativas (Ver Como educar a los niños sin premios ni castigos sino con consecuencias).
  • Tener paciencia y mantener la firmeza es la clave para controlar los berrinches.
Los berrinches o rabietas pueden perdurar hasta los 4 años de edad, dependiendo de lo efectivas que sean las acciones de los padres ante estas conductas. Después de esta edad, si el niño continúa haciendo berrinches y rabietas, es recomendable consultar al pediatra quien seguramente los remitirá a un especialista.

lunes, 20 de junio de 2016

La importancia del juego en los niños



El juego es algo esencial en el desarrollo de las habilidades y competencias de los niños. Es un medio natural mediante el cual los niños se expresan de un modo espontáneo que les aporta una serie de experiencias que responden a sus necesidades de las etapas del desarrollo.

El juego en los niños permite ayudarles a descubrir su propio cuerpo, descubrir a otros y desarrollar relaciones interpersonales, desarrollar vocabulario, imitar roles de adulto, desarrollar el pensamiento creativo, aliviar tensiones y ansiedades, adquirir nuevos entendimientos y sentimientos de libertad y espontaneidad.

Consejos para los padres:
  • Permite que tu hijo juegue en espacios abiertos.
  • Respeta la hora de juego.
  • Deja que tu hijo escoja libremente sus juguetes, así se desarrolla su creatividad.
  • Juega con tu hijo. No hay nada mejor que sus padres compartan tiempo de calidad con ellos.
  • Facilítale juguetes acordes a su edad.
  • Permite que tu hijo juegue con otros niños, así se desarrollan sus habilidades sociales.
  • Enseña a tu hijo a compartir sus juguetes con otros niños.
  • Evita la formación de una actitud consumista hacia los juguetes, así estarás promoviendo el desarrollo de su capacidad de tolerancia a la frustración e inculcando el valor de las cosas. 

Cuando los niños juegan experimentan vivencias relacionadas con el éxito y el fracaso de sus acciones, lo cual ejerce un efecto en sus emociones y sentimientos. Jugar implica vivir en equilibrio, aprender y crear.

"El juego es, realmente, el trabajo de la infancia" Fred Rogers

viernes, 17 de junio de 2016

Por qué es importante establecer normas y poner límites a nuestros hijos?

Es de suma importancia poner límites y establecer normas claras y coherentes a nuestros hijos porque el nivel de autocontrol que tienen los niños depende casi en su totalidad de la actitud de los padres, es decir, el nivel de autocontrol va relacionado con la capacidad de los padres para hacer respetar su autoridad (y no por colocar esta palabra quiero decir que los padres deben ser autoritarios, no. Me refiero a que los niños deben estar claros en que deben respetar a sus padres).
Los niños requieren ser guiados por sus padres para aprender a desenvolverse de una manera adecuada, es por esto que las normas y los límites fortalecen las conductas de nuestros hijos.


Qué podemos hacer para establecer normas claras y coherentes y poner límites?

  • Hacer reuniones familiares donde se establezcan las normas, en común acuerdo entre padres e hijos.
  • Asegurar que las normas hayan quedado claras y que sean acordes a la edad del niño.
  • Explicar las consecuencias de las conductas.
  • Ser firmes, observadores y afectuosos.
  • Cuidar la autoestima del niño. No descalificar ni humillar.
  • Cuando se produzcan desacuerdos entre ambos padres, nunca se debe discutir delante de los hijos.
  • No centrar la autoridad solo en el padre o solo en la madre.
  • No desautorizarse entre ambos padres.
  • Procurar no modificar las consecuencias una vez anunciadas.
  • Cumplir siempre lo que se promete.
Las normas y los límites otorgan a los niños sentimientos de seguridad y protección, ayudan a formar su propia escala de valores, promueven el respeto hacia ellos mismos y hacia los demás, y les ayudan a desarrollar la tolerancia a la frustración.
En definitiva las normas y los límites ayudan a una excelente convivencia familiar y social.

Espero les haya gustado el tema de hoy y les sea útil en sus hogares.


Nos leemos!

jueves, 16 de junio de 2016

Eres un padre democrático?




Los padres democráticos son aquellos que proporcionan seguridad, dialogo, comprensión y exigencias a los hijos de una manera equitativa, respetando siempre a los niños como seres individuales que tienen puntos de vista y pueden aprender con amor.
En este tipo de padres la implicación emocional con los hijos es equilibrada, dejando al niño explorar todo lo que le rodea y corrigiendo con explicaciones claras acordes a su edad y disciplina positiva.


Características de los padres democráticos:

  • Son comprensivos y cariñosos con sus hijos.
  • Respetan las opiniones, necesidades y deseos de los hijos.
  • Explican de manera clara a los hijos sus conductas erradas y las posibles consecuencias.
  • Se involucran en la educación de los hijos sin invadir sus tareas escolares ni relaciones sociales.
  • Establecen normas y límites claros y coherentes, y permiten que los hijos participen en ellas.
  • Refuerzan los logros de sus hijos.
  • Pasan tiempo de calidad con los hijos.

Conductas de los niños de crianza democrática:
  • Tienen buena autoestima.
  • Son sociables.
  • Poseen iniciativa ya que adquieren seguridad en sí mismos.
  • Son responsables.
  • Son capaces de controlar sus impulsos.
  • Expresan sus sentimientos y deseos abiertamente.
  • Poseen un óptimo desarrollo moral.



Este tipo de educación es el ideal, ya que el niño se desarrolla como un ser íntegro que es capaz de desenvolverse positivamente en la sociedad.
El estilo de crianza democrático le permite al niño crecer con valores, pensar en las consecuencias de sus actos y tener una estrecha relación con sus padres; para así lograr que de adolescentes valoren los principios inculcados y respondan de manera positiva ante todo lo que se enfrenten.

Qué tipo de padre te consideras: sobreprotector, permisivo, autoritario o democrático? Házmelo saber en los comentarios.


Nos leemos!

miércoles, 15 de junio de 2016

Eres un padre autoritario?



Los padres autoritarios son aquellos que imponen y exigen en extremo. En la mayoría de los casos se da en padres que también vivieron este estilo en su niñez, por tanto repiten el modelo y están convencidos de que funciona.


Características de los padres autoritarios:
  • Son rígidos, exigentes e inflexibles con los hijos.
  • Imponen normas sin lugar a la discusión.
  • Castigan las conductas inadecuadas sin dar explicaciones.
  • Son poco comunicativos con los hijos.
  • Son poco afectuosos.
  • No tienen en cuenta los intereses y necesidades de los hijos.

Conductas de los niños de padres autoritarios:
  • Son obedientes y sumisos con los padres, pero en ausencia de estos suelen ser irresponsables y mostrarse agresivos.
  • Tienden a sentirse culpables.
  • Tienden a deprimirse.
  • Tienen baja autoestima y escaso control.
  • Poseen pocas habilidades sociales.
  • Le tienen miedo a los padres.
  • No expresan lo que sienten ni lo que quieren.
  • Tienen poca iniciativa.
Los castigos, privaciones y normas rígidas para conseguir que los niños hagan las cosas por la fuerza provocan un desarrollo emocional incompleto y con cierto resentimiento.
Los niños aprenden mediante la autorregulación, no mediante la imposición. Si se frustra cualquier intento del niño por aprender por sí mismo, tendremos un adulto con problemas emocionales que será incapaz de desenvolverse en el mundo y sin resiliencia. 


martes, 14 de junio de 2016

Eres un padre permisivo?



Los padres permisivos son aquellos que no cuestionan el comportamiento de sus hijos, que dicen que sí a todo lo que el niño pide y que tienden a imponer pocas reglas de conducta y de buenos modales.
Los hijos de padres permisivos entienden que no hay autoridad sobre ellos y que siempre pueden hacer lo que quieren, pudiendo caer en riesgo de volverse tiranos que creen que son el centro del mundo.


Características de los padres permisivos:
  • El control que ejercen sobre los hijos es escaso o inexistente.
  • Tratan a sus hijos como iguales.
  • No plantean a sus hijos tareas acordes a su edad.
  • No ponen límites.
  • Suelen ceder ante cualquier exigencia o demanda de los hijos.
  • Buscan excusas o pretextos del comportamiento de sus hijos.

Conductas de los niños criados por padres permisivos:
  • Se muestran entusiastas y vivaces, pero son inmaduros e incapaces de controlar sus impulsos.
  • Son poco persistentes en las tareas que realizan.
  • Tienen baja autoestima.
  • Tienden a romper normas y límites con facilidad.
  • Poseen un escaso sistema moral.
  • Tienen poca  tolerancia a la frustración.
  • Son egocéntricos.

La permisividad favorece a la manifestación de agresividad en los niños, y muy a menudo, supone que estos tengan dificultades para regular por sí mismos su comportamiento.
La falta de normas en el hogar suele llevar a relaciones de indiferencia de los hijos hacia los padres y a un  bajo desarrollo moral, lo cual lleva a relaciones conflictivas en la adolescencia.
El resultado de este tipo de educación es que el niño crece desorientado, expuesto a que las experiencias que viva fuera del hogar sean las que determinen sus principios y valores.

Si te gusta el tema de hoy házmelo saber en los comentarios y por favor comparte a todo el que creas que lo necesita.

Nos leemos!


lunes, 13 de junio de 2016

Eres un padre sobreprotector?

Los padres sobreprotectores son aquellos que pasan mucho tiempo preocupándose por sus hijos. Es una implicación emocional intensa y excesiva que conlleva a la necesidad de controlar a los hijos.
Todo esto lleva a una dependencia tanto de los padres hacia los hijos como de los hijos hacia los padres, que a la larga puede traer grandes problemas para los niños que se manifestará de forma palpable en su edad adulta con problemas de autoestima y de personalidad.

Características de los padres sobreprotectores:
  • Realizan las actividades escolares de sus hijos.
  • Interfieren cuando otros molestan a sus hijos.
  • Revisan todo lo que hacen los hijos.
  • Utilizan el miedo para protegerlos.
  • Contestan por ellos.
  • Ignorar y justifican los errores de sus hijos.
  • Nunca permiten que otros adultos corrijan a sus hijos.
  • Se sienten culpables cuando no los ayudan.
  • Limitan o impiden que sus hijos exploren el mundo por sí mismos.
  • No dejan que nadie cargue a sus hijos cuando son bebés.
  • Responden inmediatamente a las demandas y exigencias de sus hijos.

Conductas de los niños sobreprotegidos:
  • Tienen miedo e inseguridad.
  • Tienen dificultad para adaptarse a nuevas situaciones.
  • Son poco serviciales.
  • Se acostumbran a que les hagan todo.
  • No se esfuerzan para conseguir cosas.
  • Piden ayuda para todo.
  • Tienen poca o nula iniciativa.
  • Son demandantes y exigentes.
  • Tienen poca tolerancia a la frustración.


Cuando sobreprotegemos a los niños estamos dando mensajes subliminales de que no son capaces de hacer cosas.
Algunos expertos afirman que casos extremos de sobreprotección pueden llegar a ser una forma de maltrato infantil, ya que se deja sin recursos psíquicos al niño para poder enfrentarse a la vida.
Los miedos, carencias y deseos de los padres no pueden ser los de los hijos. Si se comprende esto y se les da calidez en el trato a la vez que se exige, se estará favoreciendo un buen desarrollo físico y emocional de los niños.

Espero que mi tema de hoy les haya gustado. Por favor compartan a quien crean que lo necesite.

Nos leemos!

viernes, 10 de junio de 2016

Cómo educar a los niños sin premios ni castigos sino con consecuencias?

Los premios y los castigos son una forma de control utilizada para "educar". Se suelen dar premios cuando el niño se porta bien o hace algo bien, y se suele castigar cuando se porta mal.
Pero, estamos seguros de que los niños saben lo que es portarse bien y portarse mal?, qué sucede cuando el adulto no está presente?, realmente funcionan los premios y los castigos?

Si se le ofrece un premio a un niño para que se porte bien, haces que ese niño se acostumbre a realizar esa tarea solo para recibir algo y dejará de hacerla cuando dejes de dárselo.
Por otra parte, los castigos le dejan a los niños sentimientos de revancha, rebeldía, evasión y resentimiento. Colocan al adulto como el que tiene el poder sobre su conducta.

Utilizar los premios y castigos parece ser la manera fácil de "educar", pero resulta que educar no es nada fácil y requiere de mucho amor, paciencia y perseverancia.



Qué se debe hacer para educar a los niños sin premios ni castigos?

La mejor manera de educar es a través de una disciplina positiva, enseñándole a los niños a ser responsables de sus actos para que vayan adquiriendo autocontrol y autodisciplina.
Debemos ayudarlos y guiarlos a evaluar las consecuencias lógicas y naturales de sus actos y así su conducta no depende del adulto para que le diga si merece un premio o un castigo.
En lugar de utilizar las palabras "premio" y "castigo" debemos emplear siempre "consecuencias".

Es importante:

  • Hacerle entender al niño que las consecuencias son el resultado de su buen o mal comportamiento y no del agrado o enfado de sus padres.
  • Demostrarle amor en todo momento aunque estemos enfadados (yo te amo pero esto que hiciste no está permitido porque...) Los niños tienden a confundir las consecuencias negativas con falta de afecto.
  • Tener las normas y límites muy claros y estar seguros de que los niños también.
  • Dar ejemplo de comportamiento positivo.
  • Cumplir lo que se promete.
  • Dar posibilidades de arrepentimiento sincero y segundas oportunidades, sin que el niño llegue a pensar que pidiendo perdón se arregla todo.
  • Reeducar el comportamiento enseñando como era la conducta esperada, poniendo ejemplos de cual seria la adecuada.

Si te gusta mi entrada de hoy por favor comparte. Gracias!

Nos leemos!


jueves, 9 de junio de 2016

Áreas del desarrollo. Área motora.


El área motora también es llamada psicomotora o psicomotriz. Se refiere a la madurez muscular del niño, en la cual influyen los factores hereditarios, ambientales y físicos.

Se divide en:
  • Área motora fina: se refiere a la adquisición de habilidades para utilizar las manos y la vista (coordinación óculo-manual); como manipular objetos, pasar páginas de cuentos, abrir y cerrar tapones, encajar piezas de rompecabezas, comer y beber solos, coger colores para garabatear, pintar y escribir, etc.
  • Área motora gruesa: se refiere a la adquisición de habilidades para utilizar y coordinar las partes amplias del cuerpo; como gatear, caminar, correo, saltar, trepar, bailar, etc.
Todas estas habilidades permiten desarrollar el esquema corporal, es decir, la manera en que el niño ve su propio cuerpo y se da cuenta de lo que puede hacer con él y sus limitaciones.

Actividades para fortalecer al área motora en bebés de 0 a 6 meses:
  • Hablarle y cantarle desde diversos ángulos para que te busque.
  • Facilitarle juguetes que cuelguen a su alcance para que los agarre.
  • Bailar con el bebé en brazos, sosteniéndolo verticalmente.
  • Colocarlo boca abajo en tu antebrazo y moverte por varios sitios.
  • Mover suavemente sus brazos y piernas para estimular sus músculos.
  • Dentro de la bañera o piscina, ayudarle a hacer movimientos de pataleo para chapotear y luego braceo.
  • Colocarle solo en una alfombra para que se mueva, repte y comience a gatear. NOTA: el gateo no es imprescindible como paso previo para caminar, no todos los bebés lo hacen.
Actividades para fortalecer al área motora en bebés de 6 a 12 meses:
  • Facilitarle cuentos de goma.
  • Facilitarle muebles que le permitan levantarse por sí mismo y posteriormente trepar.
  • Facilitarle pelotas grandes para que las persiga, bien sea arrastrándose o gateando.
  • Facilitarle juguetes de encaje de figuras.
  • De ser posible, apuntarle a un baby gym.
Actividades para fortalecer al área motora en niños de 1 a 2 años:
  • Darle la mano para ayudarle a caminar hasta que pueda hacerlo por sí mismo.
  • Colocar obstáculos por el suelo para que el niño los pise y aprenda a caminar sobre distintas superficies.
  • Animarle a perseguir y patear una pelota.
  • Invitarle a meter los juguetes en una caja uno por uno.
  • Ayudarle a subir y bajar escaleras.
  • Facilitarle colores de cera para que comience a garabatear.
  • Colocar música e invitarle a bailar.
  • Facilitarle juguetes de encaje de figuras y rompecabezas de piezas grandes.
Actividades para fortalecer al área motora en niños de 2 a 5 años:
  • Facilitarle pelotas para chutar y jugar al futbol.
  • Facilitarle juguetes para construir torres, armar, desarmar, rompecabezas de piezas acordes a su edad, cuentos, plastilina, juegos de ensartar cuerdas.
  • Facilitarle lápices y colores para dibujar.
  • Facilitarle revistas para que pueda rasgar y a partir de los 4 años recortar.
  • Invitarle a trepar en los juegos de los parques y columpiarse.
  • De ser posible, apuntarle en actividades deportivas. Las más completas para el buen desarrollo motor son natación y karate.
  • Facilitarle una bicicleta, skooter, patineta, patines, etc.
Después de los 6 años ya el niño habrá alcanzado las destrezas motoras necesarias para desenvolverse físicamente. Los padres debemos seguir motivándoles a que participen en actividades deportivas y llevarles a parques y playas para así seguir fortaleciendo esta área a medida que van creciendo.

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Nos leemos!



miércoles, 8 de junio de 2016

Áreas del desarrollo infantil. Área socioemocional.


El desarrollo del área socioemocional es fundamental para lograr la plenitud de las facultades del niño para controlar sus emociones y sus interacciones con los demás. Supone contar con la capacidad de empatizar, simpatizar, de identificación social, crear vínculos e intercambios de sentimientos.
Los sentimientos de seguridad, amor, confianza, amistad y humor son parte importante del desarrollo de esta área. Una relación positiva de un niño con las personas adultas de su entorno principal es la clave para su desarrollo socioemocional.

Las habilidades que debe adquirir un niño en esta área son:
  • Identificar y comprender sus propios sentimientos y los de los demás.
  • Manejar emociones fuertes y sus expresiones de forma constructiva.
  • Regular su comportamiento.
  • Desarrollar la capacidad para sentir empatía por los demás.
  • Establecer y mantener relaciones.
Estas habilidades son las que impulsan a un individuo a comunicarse, a conectarse con otros, resolver conflictos, adquirir confianza en sí mismo y lograr sus metas.
Establecer una firme base socioemocional desde la niñez ayudará al niño a prosperar y ser feliz en la vida. Estará mejor preparado para manejar el estrés y perseverar durante los momentos difíciles de su vida adulta.
Se podría decir que esta área es vital y es por esto que los padres debemos aprender a interpretar las señales emocionales de nuestros hijos, ser un ejemplo de comportamiento, interactuar con ellos de forma afectuosa, demostrar consideración por sus sentimientos y necesidades, expresar interés en sus actividades diarias, respetar sus puntos de vista, expresar orgullo por sus logros y motivarlos a seguir adelante siempre.



Actividades para promover el desarrollo del área socioemocional en los niños:

De 0 a 1 año:
  • Cargarlo, acariciarlo, sonreírle y hablarle suavemente.
  • Cantar.
  • Permitirle observar personas y actividades.
  • Permitirle que se vea en un espejo.
  • Contar cuentos con canciones, utilizando los dedos o marionetas pequeñas.
  • Jugar a esconderse.
  • Proporcionarle juguetes para explorar colores y sonidos.
  • Permitirle interactuar con niños mayores.
De 1 a 3 años:
  • Elogiar cuando haga cosas de forma independiente.
  • Permitirle dibujar y pintar.
  • Permitirle que participe en tareas cotidianas.
  • Animarle a explorar y tomar decisiones.
  • Permitir que juegue con otros niños de su misma edad.
  • Facilitarle juguetes para juego simbólico (disfraces, juego de doctor, etc).
  • Cantar y contar cuentos.
  • Hacer imitaciones de sonidos.
  • Enseñar y hablar acerca de sus sentimientos (cómo te sientes hoy?, veo que estás enojado...)
De 3 a 6 años:
  • Jugar con juegos de mesa en los que se esperen turnos.
  • Leer cuentos y hacer preguntas sobre los sentimientos ahí encontrados.
  • Permitirle que colabore con la limpieza y el orden de la casa.
  • Darle opciones acerca de cosas que puede hacer o tener.
  • Permitirle jugar con niños de su edad y mayores.
  • Motivarle para que tome decisiones.
  • Corregir sus conductas inadecuadas colocándolo en el lugar del otro (te gustaría que te lo hicieran a ti?).
  • Ayudarle a buscar las palabras adecuadas para definir sus emociones.
  • Evitar utilizar la palabra "castigo" y emplear "consecuencias de tus actos".
  • Permitirle participar en actividades deportivas y artísticas.
  • Evitar etiquetarle.
De 6 a 12 años:
  • Hablar, hablar y hablar mucho. Hacer reuniones familiares donde se establezcan reglas y normas claras y las posibles consecuencias de romperlas.
  • Permitirles escoger las actividades en las que quiera participar.
  • Aconsejarle.
  • Ayudarle a encontrar soluciones ante diferentes situaciones.
  • Ayudarle a manejar las frustraciones y sus cambios de humor.
  • Escucharle atentamente cuando cuente algo.

Pueden visitar también: Cómo educar en valores?

Espero que les haya gustado mi tema de hoy. Por favor compartan.

Nos leemos!


martes, 7 de junio de 2016

Áreas del desarrollo infantil. Área del lenguaje.



El área del lenguaje es un proceso continuo donde el niño va adquiriendo las habilidades para comunicarse. Los niños utilizan el lenguaje para relacionarse, darse a conocer, para obtener lo que desean, para regular su conducta y averiguar cosas.


El área del lenguaje se divide en tres etapas:

  1. La etapa prelingüística: va de los 0 a los 12 meses (aproximadamente). Los niños comienzan a emitir sonidos y se comunican a través del llanto. Desde muy temprano son capaces de discriminar sonidos y voces. A partir de los 2 meses aparece la sonrisa social y hay más juegos vocales. A medida que van creciendo van apareciendo el balbuceo y la lalación.
  2. La etapa lingüística: va de los 12 meses hasta los 6 años. Al principio, los niños comienzan a pronunciar sus primeras palabras, imitan gestos y sonidos. Los bebés nombran y señalan personas u objetos. A medida que van creciendo aparecen las frases con sentido, aumenta su vocabulario, identifican imágenes, preguntan todo y conjugan verbos. A partir de los 4 años ya la mayoría de los fonemas son pronunciados adecuadamente, entienden cualquier mensaje verbal y son capaces de seguir cuentos largos.
  3. La etapa verbal: va de los 6 hasta los 12 años. Los niños ya pueden simbolizar los significados de las palabras y construir abstracciones para el proceso de lecto-escritura.

Actividades para estimular el área del lenguaje en bebés:
  • Hablar con los bebés, responder a sus balbuceos y sonidos.
  • Cantar y colocar música.
  • Decir el nombre y los colores de las cosas.
  • Hacer preguntas simples (dónde está mamá?, cómo hace el perro?)
Actividades para estimular el área del lenguaje en niños:
  • Hablar, conversar y contar cuentos.
  • Hacer preguntas.
  • Corregir las palabras pronunciadas incorrectamente.
  • Involucrar en las conversaciones.
  • Cantar y colocar música.
  • Incentivar la lectura.

Consejos para los padres para el buen desarrollo del área del lenguaje en los niños:
  • Si el niño pronuncia incorrectamente una palabra hay que corregirla haciendo que la repita.
  • Evita incorporar en tu vocabulario las palabras mal dichas de tus hijos.
  • Intenta utilizar la menor cantidad de diminutivos.
  • Deja que el niño termine las frases cuando se exprese.
  • Estimula al niño para que utilice palabras y no solo gestos para pedir lo que quiere.
  • Ten claro que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y algunos comienzan a hablar muy pronto y otros no tanto. A partir de los 2 años si el niño no es capaz de comunicarse al menos con palabras sueltas hay que consultar con el pediatra, quien seguramente lo remitirá a un terapista del lenguaje. Las terapias del lenguaje normalmente no tienen mucha duración, dependen de la disposición del niño y de la ayuda en casa.

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Nos leemos!