Los berrinches o rabietas son una forma de expresión de los niños, que ocurre con mayor frecuencia entre los 2 y los 3 años de edad. Los niños se expresan de esta manera principalmente cuando no obtienen lo que desean o cuando no están de acuerdo con algo.
Cuando los niños hacen berrinches o rabietas tienden a gritar, llorar, patalear, y en casos extremos pueden llegar a tirarse al suelo, golpearse ellos mismos y golpear a los que estén a su alrededor.
Cuando los berrinches o rabietas ocurren en casa es más fácil para los padres poder controlarlos, pero cuando estas conductas ocurren en lugares públicos puede suponer un momento difícil para los padres.
Consejos para actuar ante los berrinches y rabietas de los niños:
- Tratar de anticipar la conducta; es decir, procurar que el niño no llegue al extremo de hacer una rabieta o un berrinche. Por ejemplo, si pide un juguete y en ese momento no se lo puedes dar, distraerlo con otra cosa, llevarlo en brazos y decirle que en otro momento se le podrá dar. No hay que caer en el error de comprarle el juguete solo para que no haga el berrinche, de esta manera los niños van introyectando la tolerancia a la frustración y el valor de las cosas.
- Si el niño comienza a hacer berrinches hay que tratar de hacer que se calme conversando en calma y pidiéndole que deje de llorar y de gritar. Si continúa gritando, hay que decirle con voz firme que así no se puede conversar, que no podemos entender lo que dice y que con esa actitud no conseguirá nada positivo. Si aun asi sigue con la conducta lo más recomendable es ignorarlo hasta que se le pase, controlando en todo momento que no se haga daño o que no le haga daño a alguien más.
- Si uno de los padres pone un límite, debe ser respaldado por el otro en ese momento aunque esté en desacuerdo.
- Si hay otros adultos alrededor tratando de evitar el límite puesto por los padres, hay que ser firmes y ponerle límites también a esas personas, dejando claro que los que educan son los padres.
- No preocuparse por "el que dirán" si el niño hace un berrinche en un sitio público. Recuerda que lo estás educando y esa es la prioridad.
- Es importante que el niño sepa que esa conducta no está permitida y que traerá consecuencias negativas (Ver Como educar a los niños sin premios ni castigos sino con consecuencias).
- Tener paciencia y mantener la firmeza es la clave para controlar los berrinches.
Los berrinches o rabietas pueden perdurar hasta los 4 años de edad, dependiendo de lo efectivas que sean las acciones de los padres ante estas conductas. Después de esta edad, si el niño continúa haciendo berrinches y rabietas, es recomendable consultar al pediatra quien seguramente los remitirá a un especialista.
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