Es de suma importancia poner límites y establecer normas claras y coherentes a nuestros hijos porque el nivel de autocontrol que tienen los niños depende casi en su totalidad de la actitud de los padres, es decir, el nivel de autocontrol va relacionado con la capacidad de los padres para hacer respetar su autoridad (y no por colocar esta palabra quiero decir que los padres deben ser autoritarios, no. Me refiero a que los niños deben estar claros en que deben respetar a sus padres).
Los niños requieren ser guiados por sus padres para aprender a desenvolverse de una manera adecuada, es por esto que las normas y los límites fortalecen las conductas de nuestros hijos.
Qué podemos hacer para establecer normas claras y coherentes y poner límites?
- Hacer reuniones familiares donde se establezcan las normas, en común acuerdo entre padres e hijos.
- Asegurar que las normas hayan quedado claras y que sean acordes a la edad del niño.
- Explicar las consecuencias de las conductas.
- Ser firmes, observadores y afectuosos.
- Cuidar la autoestima del niño. No descalificar ni humillar.
- Cuando se produzcan desacuerdos entre ambos padres, nunca se debe discutir delante de los hijos.
- No centrar la autoridad solo en el padre o solo en la madre.
- No desautorizarse entre ambos padres.
- Procurar no modificar las consecuencias una vez anunciadas.
- Cumplir siempre lo que se promete.
Las normas y los límites otorgan a los niños sentimientos de seguridad y protección, ayudan a formar su propia escala de valores, promueven el respeto hacia ellos mismos y hacia los demás, y les ayudan a desarrollar la tolerancia a la frustración.
En definitiva las normas y los límites ayudan a una excelente convivencia familiar y social.
Espero les haya gustado el tema de hoy y les sea útil en sus hogares.
Nos leemos!
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